De entre todos los métodos artesanales de conservación de los alimentos, hoy nos enfocamos en la historia del jamón y en el procedimiento de salazón que empleamos en Jamones y Embutidos Muñoz para poder ofrecerte un producto único y de la mejor calidad.
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¿Cómo se inventó el jamón?
La historia del jamón nace de la imperiosa necesidad de conseguir que este alimento durase más tiempo. Y aunque los cerdos se mataban en otoño o invierno, nuestros antepasados se dieron cuenta de que gracias a las propiedades de la sal, la carne podía durar mucho más tiempo. Y así comienza la historia del jamón, hace siglos, concretamente durante el Imperio Romano, hace nada más y nada menos que más de 2.000 años. Según lo que sabemos, ya Hispania exportaba jamones a Roma (o así aparece en un edicto del Emperador Diocleciano).
¿En qué consiste el método artesanal de salazón?
El proceso de salazón es una técnica de conservación de alimentos que se ha utilizado durante siglos para prevenir la descomposición y prolongar la vida útil de ciertos productos, como el jamón serrano o jamón ibérico.
La salazón implica la aplicación de sal en el alimento para reducir la actividad de enzimas que causan la descomposición.
Selección del Producto
Se comienza con la selección de la materia prima de alta calidad. En el caso del jamón serrano, se eligen patas de cerdo con la cantidad adecuada de carne y grasa para asegurar la calidad y el sabor del producto final.
Cuando seleccionamos la mejor materia prima, se clasifican según su peso, para poder hacer un proceso pieza a pieza, según las particularidades de cada una.
Salazón en seco
En esta etapa, se aplica una cantidad generosa de sal marina en la superficie del jamón. La sal ayuda a extraer la humedad del jamón y crear un ambiente inhóspito para las bacterias y los microorganismos. La duración de la salazón puede variar según el tamaño y características de cada pieza.
Nosotros tan sólo usamos sal para la conservación del jamón, por lo que es un producto totalmente natural. Además, al reducir el tiempo de salazón, obtenemos productos con un bajo contenido en sal, y un sabor exquisito.
Curación natural
Tras la salazón, se elimina el exceso de sal y se procede al proceso de curación, que en nuestro caso se realiza de forma natural en Yegen. ¡Nos encontramos en un lugar privilegiado, en pleno corazón de La Alpujarra granadina!
En este espacio, la propia naturaleza marca las condiciones de temperatura y humedad idóneas para que los jamones y embutidos reciban las más adecuadas en cada momento. A lo largo de las estaciones del año, la bodega enriquece cada fase de este lento proceso.
Este proceso de curación del jamón requiere una atención y conocimientos especiales para obtener los resultados esperados.
En Jamones y Embutidos Muñoz respetamos el tiempo que cada pieza necesita para alcanzar su punto idóneo de curación.
Conclusión
El proceso de salazón y curado es esencial para la elaboración de jamón serrano. Ya que este no sólo ayuda a conservar el alimento, sino que también contribuye a desarrollar ese sabor, textura y aroma tan distintivos.
Como puedes ver, aunque la historia del jamón se continúa escribiendo después de cientos de años, seguimos utilizando métodos artesanales de conservación de este alimento tan ligado a la propia historia de nuestro país.
La precisión en cada etapa es fundamental para garantizar un jamón de alta calidad y gran sabor. En Jamones Muñoz seguimos un proceso artesanal, lento y honesto que cuida cada una de las partes implicadas en el mismo. ¡Tenemos como referencia a los mejores, nuestros antepasados maestros artesanos!